domingo, 28 de septiembre de 2014

¿Que estamos haciendo por Latino América?


El 26 de septiembre de 2014, asistí a la conferencia “Entendiendo los cambios de la composición de la población latina en el centro-sur de Pensilvania”, un evento acerca de los cambios demográficos de la comunidad  latina específicamente en el centro sur de este estado, organizado por la LHPA-Asociación de Profesionales Latinos de la gran área de Harrisburg.

Desde hace un tiempo estamos implementando nuevas fórmulas para ayudar a la LHPA a crecer, por los que nos llamó la atención que  este evento en particular atrajo la asistencia puntual de muchos líderes de la comunidad.

A medida que el conferencista, Dr. Robert Reyes - un puertorriqueño experto en el tema,  fue deliberando el contenido, pude comprender por qué estos líderes visionarios habían venido a informarse.
La migración es un fenómeno masivo a nivel global y para los Latinos en Estados Unidos  es conocido como la “Hispanización de Estados Unidos”.
La población hispana se posiciono en el 2013 como la minoría más grande en Estados Unidos, ocupando un 17% de la población nacional con un poder de $1.2 trillón de compras y 8.4% votante que no se puede pasar por alto. Sin embargo esto no es lo más crucial para estos líderes,  el punto crítico es como se prepara la comunidad para dicho cambio.

El Dr. Reyes dijo, cuando usted vea las taquerías (los kiosquillos de comida), esta gente no está aquí de paso, vino para quedarse y la pregunta es ¿Qué vamos a hacer al respecto? Porque haga usted o no haga, lo único seguro es el cambio. La primera generación viene a trabajar, la segunda generación a estudiar y para la tercera generación se pierden las raíces autóctonas al menos que la primera generación haga una tarea titánica de preservarlas lo que es casi imposible.

En ese momento me pregunte, ¿Sera esta una de las razones que  1.2 millones de jóvenes Latinos de 18 años o más sirven fielmente en las fuerzas armadas de los Estados Unidos? Lo que si es cierto es que vivo en carne propia lo que dijo el Dr. Reyes. A pesar de que le inculcado a mi hijo de 17 años –la segunda generación- la cultura panameña, he notado en los últimos años una leve falta de interés de su parte.  Recientemente le pedí que me acompañara a una celebración del mes de la Hispanidad (National Hispanic Heritage Month)  donde íbamos a lucir nuestro traje folclórico nacional (la pollera) y me encontré con una serie de excusas muy sutiles que a las finales termine preguntando, ¿Hijo es que acaso se te olvida que eres panameño?  A lo que contesto, no mama, sé muy bien que soy mitad panameño lo cual valor y respeto  pero no me lo tomes a mal, también soy gringo. ¿Cómo enojarme por  la verdad? Solo me toma agradecer que le dejare un mejor futuro del mío propio.

En este punto de la conferencia,  entro en función la palabra “composición”.  De donde vienen y como vienen, marcara la diferencia.  No es lo mismo decir Judío que Latino pero tampoco es lo mismo decir puertorriqueño que hondureño.  Por ejemplo;  muchos  puertorriqueños ya vienen preparados académicamente, pero no es la realidad del resto de los hispanos quienes muchos fracasan por desconocer como navegar el sistema.

En este instante recordé que cuando yo viaje a este país para estudiar gracias al programa de becas CAPS (Central Peace Scholarship), los organizadores nos prepararon por todo un año no solo en el inglés sino también en una clase de orientación a la vida en Estados Unidos. Entiendo que anteriormente habían tenido algunos problemas con los dos grupos preliminares, perdiendo así algunas unidades por lo que decidieron prepararnos para el éxito.  Lo primero que nos dijeron fue, nunca se roben ni siquiera un alfiler o tomen una acción que los ponga en una situación delictiva porque perderán la beca.  A pesar de que la clase  nos preparó a conocer las leyes, la cultura y la idiosincrasia americana, los organizadores se aseguraron también de enviarnos a universidades que contaran con una población de estudiantes internacionales.  Pudimos así convivir con los ciudadanos americanos,  contribuir en la comunidad, intercambiar con otras culturas y disfrutar del turismo interno- Sea World, Disney World, Washington, etc.

Seguido a este viaje de la memoria,  vino a mi mente el malestar actual en Panamá con respecto al programa el “Crisol de Razas” que si bien es cierto ha beneficiado a muchos inmigrantes, me pregunto si a la larga les garantiza el éxito.  ¿La pregunta es, estaba Panamá preparada? Los hechos actuales me indican que es un tanto irreal decir, Entren que caben 100; 50 paraos y 50 de pies,  por la sencilla razón de que la casa no está preparada mental, física y económicamente –véase sin tabú nuestros propios problemas de educación, salud, canasta básica, inseguridad y corrupción que según  Ramsés Barrera, secretario general del Ministerio Público (MP), declaro que la lesión patrimonial cometida por exfuncionarios de la pasada administración asciende hasta el momento a $833 millones 525 mil 584.31. Asimismo,  al nuevo inmigrante no se le da una orientación que le ayude a navegar el sistema –véase actitud prepotente, arrogante, e irrespetuosa de algunos hacia Panamá  y su gente,  trayendo como consecuencia la situación actual; xenofobia versus colonización.
                Dícese de xenofobia al miedo, hostilidad, rechazo u odio al extranjero. Los xenófobos tienen temor a la pérdida de la propia identidad, proclaman la superioridad de la cultura propia y pretenden que los inmigrantes asimilen su cultura, renunciando a la suya propia que consideran inferior.- wikipedia.org
                Dícese de colonización a la acción de dominar un país o territorio  por parte de otro en forma económica, política, militar y  culturalmente. Ellos justifican su derecho a ocupar un territorio que la ocupación original es insuficiente, por lo tanto se justifica imponer una supuesta superioridad (cultural, religiosa, étnica, etc.) ignorando así a los ocupantes nativos. -wikipedia.org

 En el 2012, El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), el portugués António Guterres, declaro durante una visita a  56,000 refugiados  Colombianos en Quito, Ecuador,  que en el planeta existen 43 millones de refugiados y la migración es un fenómeno masivo que causara que  "todas las sociedades humanas son o van a ser, muy brevemente (pronto), multiétnicas, multiculturales y multireligiosas".  ¿La pregunta es, estamos realmente preparados para esto?

Con respecto a esta respuesta, tal pareciera que en el caso de Latino América es un reto estar preparados pues la emigración depende de la suerte que tenga la población con respecto a los políticos que escojan.  Por ejemplo; los colombianos en la década de los 60 y 70 se las ingeniaban  para cruzar las fronteras de Venezuela en miras de trabajar en la bonanza del petróleo.  Sin embargo  para el 2008, se invirtieron los papeles y los venezolanos se abarrancaron a Colombia para invertir.

Análogamente,  me parece algo irónico, la creciente e histórica antipatía que ha demostrado una gran parte de Latino américa con relación a las políticas de Estados Unidos.  Sin embargo sigue siendo el país de preferencia de los Latinos, para emigrar.  Hispanizar a Estados Unidos suena como a colonizar, pero no se equivoque porque si bien es cierto Estados Unidos le otorga una mejor calidad de vida, esto no significa que usted se trajo su tierra a este país.   En este país se navega el sistema ya sea para triunfar o para fracasar o sino pregúntele a los más de 40,000 dominicanos que el estado de Nueva York ha deportado después de cumplir condenas delictivas.

Uno de los participantes más jóvenes de la conferencia, quien recién ingreso al prestigioso Messiah College  de Pensilvania, compartió que a él le tomo alrededor 8 años aprender a navegar el sistema. Dijo específicamente que no sabía escribir y hablar inglés, desconocía  dónde encontrar las oportunidades (becas, tutorías y programas de estudio).  Fue con el apoyo de sus padres, las conexiones comunitarias que hizo y sobretodo su deseo interno de superación que lo ayudo a prevalecer.  Algo internamente siempre le decía, quiero ser más y hacer más.

Seguido  esto, un represéntate de United Way se levantó y participo que esta organización acaba de terminar una encuesta profunda para identificar las necesidades más cruciales de la comunidad en las áreas de educación, salud y laboral. Nos invitó a unirnos  a la próxima etapa que envuelve una serie de conversaciones con los amigos, socios y donantes de United Way  acerca de cómo enfrentar  los problemas de la comunidad que incluyen a los nuevos “niños de la frontera”

En la actualidad, Estados Unidos atiende a más de 60,000 niños centro americanos en su gran mayoría de México, Honduras, Guatemala,  El Salvador y Ecuador - fenómeno conocido como “los niños de la frontera” que saturados de la violencia que  viven sus países, lo arriesgan todo y emprenden el camino hacia Estados Unidos.  ¿Estaba preparado Estados Unidos para esta crisis que le ha costado millones de dólares? ¿Es responsabilidad de Estados Unidos cargar con nuestros hijos, Latino América? Una pequeña grieta en la política de inmigración –menores de edad no pueden ser deportados-  

Con relación a este tema, precisamente asistieron a la conferencia un grupo de trabajadores sociales y sicoterapeutas que están laborando  con el programa ya que el 85% de los niños migrantes han reportado experiencias traumáticas antes de ingresar en los refugios –abuso físico , violaciones, abandono de sus padres y testigos de crímenes violentos.

Por su parte, El MRS (Servicios de Migración y Refugiados)  declaro a la cadena de televisión Univisión que envió una delegación a Centroamérica para evaluar la situación de los niños: “En cada país –particularmente Honduras y El Salvador– pandillas bien organizadas han suplantado a las autoridades locales en zonas rurales y pequeñas localidades del interior. En muchos casos, el Gobierno es incapaz de evitar la violencia entre pandillas y la intimidación contra la población general, especialmente de los jóvenes”
El 26 de septiembre de 2014 mientras yo estaba en la conferencia que impartía Dr. Reyes; en el municipio mexicano de Iguala de la Independencia, en el Estado de Guerrero  hubo un  ataque de policías municipales contra estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, dejando como hecho la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal.

Qué difícil es callar ante las enfermedades sociales y políticas que se nos presentan. ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas sin juzgar y agraviar el compromiso social que nos compete?; llámese  palabras y acciones de empoderamiento.  ¿Qué mensaje de esperanza darle a nuestros jóvenes? ¿Cómo inculcarles que la paz y el amor es el camino?, sino estamos dejándoles un camino.

En resumen,  me llora el alma, durante los últimos días he visto tanta polémica; desde foros nicaragüenses (un grupo que rechaza a los chinos y la construcción de un canal), panameños que exigen un control migratorio y protestan contra la corrupción, chilenos (Antofagasta protestan y exigen un control migratorio contra los colombianos que izaron una bandera colombiana en plena plaza pública), y mexicanos que lloran a sus estudiantes desaparecidos. Muchos  foros inundados de términos controversiales como xenofobia, colonización, neonazis, fascista, racismo, nepotismo, oligarquía, comunismo, sicarios y todo tipo de insultos entre otras cosas, que al terminar de escuchar la conferencia de Dr. Reyes, regrese a mi casa reflexionando durante el camino, ¿Que estamos haciendo con y por Latino América? ¿Realmente estamos entendiendo no solo los cambios de la composición de la población latina, sino también la situación actual?

Con 54 millones de hispanos radicados en Estados Unidos;  la emigración masiva al extranjero  por parte de países como Colombia con un estimado de 3 millones de colombianos que están radicados en diferentes partes del mundo, más de 2 millones de dominicanos, casi un millón de venezolanos, por poco un millón de nicaragüenses, más de 60,000 niños dejados en la frontera de Estados Unidos, más  la crítica situación actual de casi todo Latino américa; estados fallidos, sociedades enfermas y  políticos corruptos, me pregunto si debemos dejar la pereza mental y ponernos a reflexionar qué es lo que realmente deberíamos estar discutiendo aquí; tal vez rescatar nuestros valores, la integridad familiar, el amor a nuestra tierra, el amor propio, sufrir la inercia política, dejar que latino américa se desangre, arreglar nuestra casa primero,  el camino que queremos dejarle a nuestros hijos o simplemente que todo nos dé igual.

Albert Einstein dijo,  “Si todo te da igual, tal vez estés haciendo mal las cuentas”.

¿Qué estamos haciendo por Latino América?

Coach Yolany Neiffer


PD: Este artículo no es una pauta política, de hecho es para darle las gracias a los millones de líderes comunitarios que trabajan con nuestras sociedades destruidas;  velando por nuestra salud mental y física. ¡Gracias por su gran labor humanitaria!